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miércoles, 28 de septiembre de 2011

VUELVO A SER YO


Depués de pasar por una época en mi vida, que la verdad no ha sido nada gratificante, por fin, puedo afirmar que me encuentro bien, muy bien. No he estado pasando por aquí porque la verdad nunca me he encontrado con humor ni con ganas, para dedicarle un ratito a mi rincón, que tanto me gusta.
Como os comenté en post anteriores, he estado trabajando en Zippy, una tienda de niños dónde me han hecho la vida imposible, intentando conseguir que yo me marchara por mi propio pie, y todo porque hacía bien mi trabajo, y me lo tomaba demasiado en serio, y claro, eso molesta cuando la persona encargada de las tiendas, tiene intención de enchufar a dos amigas suyas, es lo que hay, puro y duro enchufismo en España. No quemé todas mis cartas, porque me aconsejaron una y otra vez, que hablase con mis jefes, total ya lo tenía todo perdido, pero no lo hizé así, y el despido llegó. Me lo tomé bastante bien, la verdad, quizás porque cada mañana me levantaba, pensando en hoy puede ser el día, me reía mucho cuando una amiga me decía, si me llamas a media mañana, ya sabré antes de descolgar que ha sucedido, (la tita Carmen) y la verdad me reía muchísimo, aunque en el fondo estaba fastidiada, como he dicho antes, saqué fuerzas de dónde, no sabía ni siquiera que las tenía, y afronte mi despido dignamente, sin lagrimas y sin lamentaciones, aunque claro antes de marcharme le puse en claro, dos o tres asuntos, que consideré necesarios, sé que se quedaron de piedra, ya que esperaban una reacción, totalmente distinta, pero no, no lo consiguieron, ya me habían hecho demasiado daño. Recuerdo a mi amiga Ester, cuando me dijo por teléfono, mira Jenny aunque suene feo, yo me alegro, porque siempre has sido alegre, feliz, has estado contenta, y desde hace un tiempo para aquí, eso ha cambiado, sales llorando cada dos por tres, y mil cosas más que no te mereces sufrir, y la verdad que yo hoy también me alegro, VUELVO A SER YO, vuelvo a reirme, lloro cuando realmente tengo un motivo importante para hacerlo, y sobre todo, soy feliz, y me alegro mucho de haberme liberado. Mi madre se enfadaba muchísimo y me decía una y mil veces, que yo no me merecía eso, y que teniendo trabajo en casa, no tenía porque dejarme humillar de esa forma, mi pareja igual, Alvaro me decía, que a mí me gustaba pasarlo mal, porque no tenía necesidad de ello, pero yo siempre dije, que no iba a abandonar, que tenía que ser ellos los que me dieran el pasaporte, y por lo menos que en el fondo más profundo sintieran que se habían portado mal conmigo, de ahí el no querer marcharme sin decirles la verdad, porque aunque les haya dado igual, solo espero que en algún momento hayan pensado, vaya hija de puta hemos sido con esta chica, con lo fácil que era despedirla sin más, porque al final fue así, reconociendo un despido improcente, ya que no tenían motivos para ello.

Lo bueno de todo esto, es que aquí estoy, luchando por un nuevo proyecto muy importante en mi vida, como ya os he dicho en alguna ocasión, provengo de familia hostelera, y me he criado en nuestros negocios, que por la mala cabeza de mi padre tuvimos que cerrar después de 25 años, y con mucho prestigio en nuestra ciudad. Mi madre que es la persona más valiente que conozco, ha iniciado de nuevo la actividad, con un obrador propio, en el que trabaja duro mi hermano para que todo esté en su punto y salga bien rico para nuestras tiendas. Tres puntos de venta, que esperemos poder sacar adelante con mucho esfuerzo y así poder tener un futuro mejor, ese del que fuimos privados, por errores de mi padre.

Sin mucho más que contaros, solo que mi niña está genial, y feliz a sus dos añitos, y que espero poneros fotos de ella.


Muchos besos a todos, y lo siento por tardar tanto. muakkkkk

1 comentario:

ESTEFANÍA BENÍTEZ REYES dijo...

Hola, Jenny.
He encontrado tu blog a través del de Ester que, a su vez, dio con el mío mediante el de otra bloguera... Ya ves cómo es esta red.
Yo también soy gaditana (de Chiclana, concretamente) y, con tu permiso, me hago seguidora de tu blog.
Por cierto, lo que narras acerca de tu despido y sus causas... me suena y mucho. Hace unos años viví algo parecido, sólo que mi agonía fue mucho más larga. Ya contaré algún día.
Un abrazo y suerte.